Que tengas toda la cara de
papá y hayas tenido que heredar de mamá lo que menos me gusta de mí: mi
inseguridad (bueno, y mi estatura, pero con la diferencia de que eres un chico
y que en los chicos ser alto mola 😉).
Cada
vez que te enfrentas a algo nuevo, los miedos te invaden, piensas que no puedes
hacerlo, que te va a salir mal, que se van a reír de ti, te da vergüenza… y sin
embargo, puedes con todo.
Y
cada vez que te veo con esos miedos me veo tan reflejada. Siempre piensas que
no vas a ser capaz, que tu dibujo es feo, que te vas a equivocar… y ayer te
agobiaste de tal manera cuando ibas a jugar el primer partido de balonmano de
tu vida, sin tener ni idea… con las instrucciones que la peor deportista que pueda existir te dio antes de salir de casa: el balonmano es como el fútbol, pero con
las manos… Lo siento, mi amor, por haber olvidado decirte que siempre hay que
botar en balón y no salir corriendo con él…
Y
aunque te morías de ganas por jugar el partido, viste que no iban tus amigos,
que eran niños que no conocías y mayores que tú y te empezaste a agobiar,
y ya en el momento de entrar al campo, te echaste a llorar y me dijiste que
querías irte a casa.
Y me
veo a mí misma, con cada nueva situación, cada reto, a causa de esta timidez,
baja autoestima, y la inseguridad que te bloquea y hasta te paraliza. Joder,
que tú sólo eres un niño, pero es que mamá a veces también quiere salir
corriendo e ir a casa.
Te lo
pasaste genial, y has superado el miedo de esa primera vez, aunque sé que habrá
muchas más primeras veces que te agobiarán. Ya pasaste por una situación
horrible que superaste como un superhéroe. Y desde que naciste no has parado de
darme lecciones.
Y yo seré
muy insegura, pero hay algo sobre lo que no tengo dudas: tú vas a poder con
todo, vas a conseguir lo que tú quieras, y juntos vamos a ir
superando nuestros miedos e inseguridades. Vamos a hacerlo por los dos.