Según cómo se mire todo depende

           

          Se ha ido Jarabe de Palo y me da por poner en bucle sus canciones que a decir verdad hacía años que no escuchaba. Y me vienen a la memoria miles de recuerdos de mi adolescencia oyendo El lado oscuro y pensando que era la canción que describía mi vida cuando tenía, no sé, ¿dieciséis años?

            Y pienso cómo puedo tardar semanas en aprenderme un puñetero tema de las oposiciones, y si dejo de repasarlo en apenas unos días se me olvida, pero en cambio puedo cantar de carrerilla una canción que hace varios lustros que no oigo.

            En aquellos momentos en que no sabía aún qué quería hacer en la vida, tenía tanto miedo a determinar mi futuro como a un futuro indeterminado. Elegir una opción significaba descartar muchas otras y eso me daba un miedo atroz, porque vida solo hay una y a veces querríamos vivir muchas vidas.

            Pero escuchar esas canciones me remueve todo por dentro, me devuelve a aquella adolescencia, en la que, bueno, según cómo se mire todo depende. Y entonces era sólo una adolescente, pero es que me veo igual, y ha pasado media vida desde entonces. Y sí, que hemos estado confinados casi tres meses, no sé, yo ya dejé de contar los días hace mucho. Y que tenemos salud que es lo principal, mis niños están bien y felices. Mis padres tienen sus achaques, pero ahí siguen luchando. No nos podemos quejar. 

            Que llevo estudiando dos años para unas oposiciones que al final no van a ser por esto del coronavirus, que conste que lo hacen pensando en nuestra salud que es lo primero, cómo arriesgar en eso, pero que hay que estar positiva, porque todo pasa por algo, seguramente es que tenía que estudiar más (como si dos años entregada a eso no fuera suficiente), y que de todo se aprende y de esta vamos a salir más fuertes y mejores personas. Que todo esfuerzo tiene su recompensa, que a veces ganamos y otras aprendemos, porque no hay mal que por bien no venga y cuando una puerta se cierra se abre una ventana (lo que no dice el refrán es que la ventana a veces también se cierra). 

            Que no hay nada que anime más que una buena frase hecha, porque para animarnos tenemos el refranero español, las frases de Coelho e innumerables libros de autoayuda. Que a quien madruga dios le ayuda, aunque no por mucho madrugar amanece más temprano. A ver, en qué quedamos, que me pierdo...

               Que tú no te preocupes, que lo que tenga que ser será, y todo pasa por algo. Que el que la sigue la consigue y si quieres, puedes. Y si es que no, pues es que no estaba para ti, pero que si está para ti, que todo llega.

            Así que sonríe siempre, porque estar mal es debilidad y eso no mola,  hay que mostrar siempre la mejor sonrisa, estar de acuerdo con todo, no te quejes porque entonces das mala impresión y gustas más calladita, acatando todo y si no opinas y no piensas, casi mejor, cuanta menos personalidad tengas mejor caerás a todos y pensarán de ti qué buena gente eres, qué buena chica. No vayas a protestar por algo, y ya todos sepan que tienes tus ideas, tu opinión, tus frustraciones, que no soportas las injusticias, y que te cuesta callarte ante lo que no te parece bien. Y así ya no molas tanto. 

            No seas tú, sé como quieren verte, como les gustas, en silencio y sonriendo. Sonriendo siempre. No vayas a dejar de sonreír y piensen que eres una amargada. No vayas a quejarte y piensen que estás jodida. Que hay que aparentar que todo siempre está bien, que todo en tu vida es perfecto y eres plenamente feliz.  

            No seas tú. Sé lo que quieren que seas. Y siempre positiva que la positividad está muy de moda, y así triunfarás. 

            Otra cosa que también está muy de moda es el feminismo, pero tú, mujer, si no opinas igual que yo o si vas a quejarte, que mejor estás calladita y acatando. Y no sobresalgas mucho, en nada, cuanto más desapercibida pases por la vida, pues que mejor también.

            Que ya cuando te mueras pues ya dirán todos lo buena persona que eras, que tuviste mala suerte en algunos aspectos, cometiste algunos errores, que podrías haber llegado a más con todo lo que sabías, pero que no supiste encauzarlo bien. O la suerte, la puta mala suerte, que no estuvo de tu parte. Pero que genial, que en general, de puta madre.